Escribir es una actividad fascinante. Pero cuando nuestro trabajo implica redactar diariamente notas diferentes para clientes de los rubros más disímiles, el terreno puede volverse algo complicado.

Cada uno tiene sus rutinas, rituales y métodos para lograr un estado de concentración ideal, aislarse del mundo y comenzar a tipear.

Pero gracias a internet, también podemos confiar en innumerables recursos y herramientas online que nos ayudan a optimizar (y acelerar) la tarea.

Como podrás suponer, hay miles de ellas.

Yo nombraré cinco. Las utilizo todos los días para que mi redacción fluya.

¿Por qué cinco? Bueno, son mis mejores aliados desde hace tiempo y me han proporcionado una enorme ayuda.

¿Las vemos?

1- Google Docs
2- Diccionario de sinónimos
3- RAE
4- Google (sí, el buscador)
5- Densidad de palabras

 

 

1- Google Docs

 

Comencé a utilizar el procesador de textos de Google por una simple razón: el guardado es automático. Tan solo esa opción fue suficiente para adoptarlo inmediatamente.

Es enorme la cantidad de veces que un corte de luz o un bajón de tensión hizo que perdiera preciosas (y a veces irrecuperables) líneas de texto. Con Google Docs se terminó para siempre.

Además, me resulta mucho más cómodo tener mis notas almacenadas en la nube que en alguna carpeta de mi PC.

Pero aquí viene el desafío: desactivá todo tipo de configuración de autocorrección.

¿Cómo??

Así es. La mejor manera de convertirte en un buen redactor es haciendo que el cerebro piense, dude, entre en conflicto, y no que una opción del procesador lo haga por nosotros.

Claro que si no puedes dar en el clavo, utilizar recursos externos es una opción (tampoco tiene que ser una tortura).

¿Quieres ampliar tus conocimientos en marketing de contenidos? Entonces sigue leyendo Los 3 errores frecuentes a la hora de escribir un blog

2-  Diccionario de sinónimos

 

No importa si el artículo que estás escribiendo consta de cuatro carillas o sólo cuatro breves párrafos. Debe “guiar” al lector por un camino agradable, llevadero y simple de decodificar.

Cada oración tiene una misión: lograr que el lector lea la siguiente. Y así.

Por lo tanto, además de escribir oraciones cortas (se me escapó un tip dentro de otro), siempre apelo a los sinónimos para enriquecer el texto y evitar la repetición de palabras.

Habitualmente, por interface, rapidez y opciones desplegadas, uso la siguiente página:

www.sinonimosonline.com

Habitualmente, tengo esta página a mano. Por cada palabra que busco, ofrecen una enorme cantidad de alternativas (a diferencia de los procesadores de texto).

3- Diccionario de la RAE

 

Uno de los diccionarios más completos que encontrarás online (y encima, propiedad de la Real Academia Española).

No es todo. Dentro de la sección “Recursos” está el “Diccionario Panhispánico de Dudas”. ¿De qué se trata? Brinda respuestas a dudas lingüísticas habituales (ortográficas, léxicas y gramaticales).

Y se viene otro tip.

Hay palabras que, por costumbre, decimos y escribimos de manera incorrecta; están ampliamente arraigadas.

Por ejemplo, “estadío”, que no está ni siquiera avalada por la RAE, se usa a menudo. Es “estadio”, sin la tilde. Algunos clientes me han discutido esto (me ha pasado en varias ocasiones). ¿Qué hacer? 

Ni se te ocurra escribirla “mal” para “pasar la prueba” y no tener que discutir. Como redactores, debemos defender la buena escritura.

¿Y entonces?

¡Vuelve al punto 3! Utiliza un sinónimo y listo. En este caso, opta por “fase”, “etapa” o “periodo”. Ahorrate problemas.

4- El querido Google

 

Bueno, no es el buscador en sí, sino una función muy útil.

La utilizo cuando:
– La RAE no alcanza para despejar mis dudas.
– Quiero ver cómo “luce” tal o cual palabra dentro del título de una determinada web.
– Busco analizar el uso de una palabra según el estilo de un diario prestigioso.

En el cuadro de búsqueda de Google escribo:

palabra(espacio)site:elsitioelegido.com

Por ejemplo: campaña site:lanacion.com

Google te mostrará todos los resultados posibles de títulos o artículos que contengan la palabra “campaña” en el sitio de La Nación.

5- Densidad de palabras

 

Así como los diccionarios de sinónimos ayudan a embellecer el texto, hay otras herramientas que evitan la repetición excesiva de palabras y propician que el artículo no sea un calvario para los lectores.

En mi caso, utilizo un recurso SEO que mide la densidad de palabras.

¿Qué tarea realiza? “Barre” la nota y muestra todas las repeticiones. Para que veas cómo opera, he seleccionado algunos párrafos (el primer borrador) y lo sometí a análisis.

Los primeros 5 resultados dicen:

1- que – 4.11% (33)
2- para – 1.87% (15)
3- por – 1.74% (14)
4- una – 1.62% (13)
5- google – 1.12% (9)

O sea, “que” se repite 33 veces y “para”, unas 15. ¡Tengo que trabajar un poco en la edición!

La página elegida (por una cuestión de comodidad y simplicidad) es:

densidadpalabras.cajael.com

¡Ahí los tienes! Mis 5 recursos preferidos para optimizar la redacción de contenidos.

Pero antes de finalizar, se viene la yapa.

5,5- Extra herramientas

 

Si tienes que escribir un texto en inglés, recomiendo:

– Grammarly (sitio y complemento de Chrome para revisar la gramática)
– Wordreference.com (completo diccionario en varios idiomas que, además, ofrece audios con la expresión correcta)

Prioriza la calidad de tus textos

 

Tus artículos no tienen que ser brillantes o perfectos. Pero sí deben ser agradables para la lectura.

Por tanto, la utilización de estos recursos (y otros que irás encontrando por tu cuenta) te permitirán eliminar errores de ortografía, repetición, uso inadecuado de expresiones y otras cuestiones.

Un último consejo: dedícale tiempo a las notas y no te apures en llegar a la última línea.

Ante todo, paciencia.

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