¿Todavía sigues usando envío masivo de correo electrónico para captar potenciales clientes? ¡Perfecto!

Es probable que muchos colegas te hayan dicho que se trata de una práctica “antigua”, ¿no es así?

La cruda realidad es que todo el mundo tiene cuenta de mail; estamos hablando de millones y millones (eso es un montón). No podemos ignorar ese hecho.

Y aunque algunos quieren desentenderse, grandes cerebros del marketing siguen promoviendo su utilización para entablar relaciones con clientes.

In your face, agnósticos del email.

Pero (siempre hay un pero) la cuestión es si se usa correctamente o no.

Si el principal problema es que muy pocos de tus destinatarios contestan tus mensajes, entonces es tiempo de ajustar unas cuantas tuercas.

Es hora de traer la magia de vuelta.

Examinemos cuatro puntos básicos para aumentar la lectura de tus correos e iniciar conversaciones efectivas.

 

1- Palabras, tono y contexto

 

El mail “correcto” es una combinación perfecta de redacción, tono y contexto.

¿Cuándo se produce esta bonita reunión de condiciones? Bueno, es preciso realizar un seguimiento individual de tus posibles clientes para saber cuándo y cómo actuar.

Si fueras un vendedor puerta a puerta, ¿emplearías el mismo discurso para todos? ¿O sabrías aprovechar la situación y adaptarías las palabras al contexto? ¡De eso estamos hablando!

Si escribes un único correo pensando en una sola clase de consumidor, y lo envías una y otra vez, creyendo que ganarás por cansancio, tus mensajes terminarán llenos de telas de araña, en la fría casilla de spam.

Antes de hacer clic en “enviar”, estudia los perfiles de tu público e investiga lo que buscan y necesitan.

 

2- Estilos y personalización

 

Evita usar diseños que se asocien instantáneamente con el spam.

Hay ciertas plantillas o recursos gráficos de envío masivo de correo electrónico que nuestros ojos identifican como correo basura en menos de 1 segundo.

¿Qué hacer? Lo más básico: escribir un mail.

Nosotros recomendamos enviar texto simple, un correo sencillo, común y corriente. Puedes utilizar algunos estilos, colores o un documento adjunto, pero no mucho. Los filtros de spam no te “atraparán” y es factible que los destinatarios le den una oportunidad.

Otro punto importante: personaliza los mensajes.

El nombre del cliente debe estar presente. Así, sentirá que le estás escribiendo directamente a él. Además, abre una cuenta personal (que figure tu nombre) y no algo genérico (tipo “ventas” o “comercial”).

Ah, y no te olvides de firmar y de incluir varios datos de contacto personales: teléfono móvil, Skype, usuario de LinkedIn, etcétera. 

 

3- Redacción

 

Se trata del corazón de la campaña de envío masivo de correo electrónico. Una mala redacción puede condenar al fracaso todo tu esfuerzo.

El mensaje tiene que ser entendible, fluido y llevadero.
– Descarta palabras técnicas y oraciones largas.
– Ve directo al grano (nadie quiere perder el tiempo).
– Presta atención a las faltas de ortografía y a los errores de tipeo. Si tienes dudas, pasa el texto por un corrector.

 

4- Seguimiento

 

¿Ya enviaste un mensaje? Ahora realiza el seguimiento.

Utiliza los recursos técnicos apropiados para saber quién abrió tus correos, cuánto tiempo les dedicaron o si fueron clasificados rápidamente como spam.

Herramientas para el seguimiento de correos individuales:
MailTrack
MixMax

Herramientas para realizar campañas con reportes de seguimiento incluido :
Doppler
Mailchimp

Comienza a enviar mails que capturen la atención

 

Vender por mail o cara a cara es igual de complejo.

Por ello:

– Dedícale tiempo y no te “encariñes” con un solo método.
– Introduce modificaciones, prueba ideas nuevas y no te desanimes si alguna no funciona.
– Aprende de las equivocaciones y correge lo que no te brindó buenos resultados.

Hay mucho por aprender y aplicar. Es tiempo de cambiarle la cara a tus estrategias de emails.

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